viernes, 26 de enero de 2007

Quieres Tener Armonía en Tu Vida


Alguna vez, han escuchado la palabra FENG SHUI, me imagino que algunos sí, y algunos no. En lo personal me parece fascinante, siempre que me viene a la mente la palabra o la escucho, inmediatamente, la asocio con paz, serenidad, y reflexión. Porque es esto, justamente lo que pretende el FENG SHUI, al llevarlo a la práctica.

Muchos pensaran, que es algo raro, que si es religión, o superstición y que además es difícil llevarlo a la práctica, etc. Para ser franca, yo tampoco la práctico en un 100%, pero trato de, si me explico, no!

Pues bien, lo primero que me gustaría dejar muy claro, es que no es religión, nada más lejos de ello. Lo que sí, efectividad es, es una especie de buenas conductas o prácticas en el hogar, lo que se debe o no se debe hacer al construir, decorar o formar un hogar, nada del otro mundo! Pero también se puede llevar a la práctica en la oficiana, en el jardín, en comercios, etc. Esta práctica, es enemiga sobre todo del desorden, de la suciedad, de tener habitaciones con ¨cachibaches¨ (aquello que no utilizamos y allí está, tirado ocupando espacio, luz, que se yo), como también tapar el libre acceso a los espacios abiertos, la mala iluminación, muebles mal ubicado, en fin, todo aquello que pueda provocar una mala energía o vibra (aquella sensación no grata que se siente, cuando se entra a una habitación o espacio cerrado).

Los libros definen al FENG SHUI (sifnifica en chino viento y agua), de la siguiente manera: Como el antiguo arte de construir habitaciones y acomodar sus muebles y objetos decorativos conforme a determinadas reglas milenarias —provenientes de China— con el fin de lograr el bienestar psicofísico de sus moradores por medio de un adecuado flujo de la energía cósmica o chi que, según se cree, es dispersada por el viento y contenida por el agua.

La energía que proviene del Universo y llega a la Tierra se divide en positiva y negativa, conocidas como el Ying y el Yang, respectivamente.

El Ying y Yang, según su vibración, conforman la materia y sus múltiples expresiones.

El feng-shui reconoce que existen cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua, que son alimentados por una energía vital o “chi”.

El “chi” es considerado como la energía primordial y más importante del mundo por los orientales.




Encontré en Internet un ejemplo muy bueno, que les ayudará a enteder, porque sería bueno que lo aplicaran en sus vidas: "Los expertos del FENG SHUI, diría uno de ellos. Cuando el agua de un río fluye libremente a una temperatura adecuada, sin obstáculos ni suciedades, podemos meter nuestras manos en el río y usarla para beberla y calmar la sed, pero si la temperatura desciende mucho se congela y forma bloques de hielo y cuando se calienta demasiado se vuelve vapor y desaparece... entonces no nos sirve para nada y si se estanca ya no se puede beber. Lo mismo ocurre con la energía univesal chi: cuando fluye nutre, pero si se desequlibra nos perjudica grandemente. Si se queda estancada o se mueve demasiado lentamente nos roba vitalidad y podemos enfermarnos... si por el contrario avanza muy rápido nos desconcentra, crea nerviosismos y preocupaciones e impide la concentración y pensamiento correctos!"



Mi punto aquí, no es detallar paso a paso lo que es el FENG SHUI, sino simplemente, dar pequeñas pinceladas de un ¨Arte¨, si en efecto, así lo han catalogado. Que podría ayudar a armonizar sus vidas y darles una mejor calidad de vida. Además, que se puede perder con la práctica, nada! Creo, que logrará renovar sus hábitos tanto personales como actividades en el propio hogar. Sí, se da un cambio, y es muy positivo, sobre todo porque nuestro hogar lucirá más agradable y armonioso.



El cambio es inevitable, sobre todo porque incentiva al uso de fuentes, móviles, plantas, aromas, música para reflexionar, o aquella que invite a tener paz y serenidad, la decoración y colocación de muebles correctamente, la buena iluminación, el uso del color, jardínes mejor cuidados, acuarios, en fin muchas buenas prácticas, que sólamente armonizan nuestras vidas.

Pero no está en mí, hacerles ese cambio, sólamente informense más, y al final ustedes tienen la última palabra.


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